Chapter 35
Chapter 35
Capitulo 35 ,Por qué no te alimento?
Pero ella lo pensd. Dado que Damien podia indicarle al padre de Cressa que la recogiera en la escuela, también deberia saber qué le habia sucedido en la escuela.
Cuando pens6 en ello, no pudo evitar mirar a Damien nuevamente.
Al principio penso que se habia casado con una persona discapacitada y que tenia que cuidar de él. Pero ahora lo encontraba atin mas desconcertante.
Incluso sintid que, como una supuesta persona sana, él la estaba cuidando mas...
Damien se rascé los labios con apatia. “;De verdad crees que soy un ciego que no se da cuenta de lo que sucede en el mundo exterior?”
La voz profunda del hombre sonaba como si se estuviera riendo de si mismo.
Cherise inmediatamente agitd las manos. “jNo, no es eso!”
“Simplemente lo encuentro extrafio...”
“No tiene nada de extrario”.
Damien sirvio otra taza de té y tomé un sorbo. “Dijiste que querias cuidar de mi. Sdlo estoy correspondiendo el favor”. Cherise quedo estupefacta.
~Se considera esto corresponder el favor ? Ademas , no creo que me haya importado , g verdad ?
Aparte de ese momento en Lenoir Residence...
Se quitd el bolso y lo puso en el sofa mientras pensaba en ello. “;Por qué no te preparo algo delicioso para cenar como agradecimiento?”
De vuelta en el campo, podia cocinar sola para toda la familia. jSu tia y su tio incluso felicitaron sus habilidades! No podia pagarle de otra manera, pero era habil cocinando.
El hombre en la silla de ruedas se mordié los labios con indiferencia. “Seguro.”
Ella se puso a trabajar.
Diez minutos mas tarde, la chica del delantal rosa entré en la cocina.
Estaba familiarizada con los utensilios de cocina de la ultima vez que preparé el desayuno, por lo que Cherise estaba completamente en su elemento mientras preparaba la cena esta vez.All content © N/.ôvel/Dr/ama.Org.
Cherise se movia rapidamente cuando preparaba la comida. Inicialmente, Frances habia traido algunos sirvientes para que la ayudaran, pero se dio cuenta de que era autosuficiente solo en la cocina.
Un rastro de sonrisa aparecio en las comisuras de los labios de Damien cuando vio a la mujer dando vueltas en la cocina, tan ocupada como una abeja.
El mayordomo estaba junto a él con las cejas arrugadas. “Sefior. Lenoir, has usado tus conexiones. con dos subordinados en los ultimos dias, la familia Belcourt y Randall Lyes... Especialmente Randall hoy. Si alguien comienza a investigar deliberadamente, descubrira rapidamente la relacion privada entre usted y Lyes Enterprise...”
Su voz estaba llena de preocupacion. “Aun no es momento de mostrar tu mano. Estas mostrando gran parte de tu poder ante la sefiora Lenoir ahora. Eres...”
Las intenciones del mayordomo eran claras.
Ningun contratiempo podria aparecer en los planes largamente trazados de Damien debido a Cherise. El hombre , cuyos ojos estaban cubiertos de seda negra, estaba disgustado. “Tengo mis limites”.
Como persona “discapacitada” que habia estado discapacitada durante tantos afios, esas personas no le prestarian mucha atencion ahora que se habia casado con alguien tan inofensivo como Cherise.
“Aun asi deberias... tener cuidado”. El mayordomo no pudo evitar recordarselo.
Damien se recliné en la silla de ruedas y cerré los ojos. “Has estado muy hablador ultinmamente. gEs demasiado agotador estar conmigo?
“Si ese es el caso, puedo darte un respiro y enviarte como compafiero de entrenamiento de Blake”. El rostro del mayordomo palidecié y finalmente se quedo callado. Cherise estuvo ocupada en la cocina durante una hora y media.
Después de colocar el Ultimo plato en la mesa del comedor, miré la mesa llena de comida, satisfecha. Se giré y corrié al lado de Damien. “He terminado. ; Quieres comer ahora 0 mas tarde?
La dulce voz de la mujer sono en sus oidos. Damien se rascé los labios con indiferencia. “Ahora.” “Te empujaré alli “.
La voz de Cherise estaba ligeramente emocionada. “Hoy preparé mis mejores platos. Pruébalos y comprueba si es de tu agrado. Dime qué plato te gusta. ; Puedo hacerlo por ti todos los dias!
Ella lo habia llevado hasta la mesa del comedor mientras hablaba.
Ella sonrio y le entreg6 los cubiertos a Damien, pero sintié que algo andaba mal. “Olvidé que no puedes ver... gPor qué no... te doy de comer?”